El científico y la profesora de danza que crearon un proyecto nunca antes pensado en el mundo

Una rubia despampanante, cargada con maletas, sables y alas de bailarina. Esta fue la escena con la que se topó el astrofísico Carl Pennypacker, perteneciente al equipo ganador del premio Nobel de Física 2011, cuando se preparaba para tomar su siguiente vuelo en el aeropuerto de Santiago.
Por Claudia Cáceres Guerrero
 
Como todo un caballero, al verla complicada, se acercó y le ofreció su ayuda; ella gustosa, aceptó.  El hombre alto, de anteojos y de habla inglesa, tomó sus maletas y las subió al bus que los transportaría hacia un avión con destino a Antofagasta.  En aquel trayecto, lograron entenderse entre frases mezcladas de español e inglés, comenzando así una conversación que los llevó a cruzar sus destinos en un proyecto único en el mundo.
El episodio recién nombrado le ocurrió a la conocida profesora de danza  antofagastina, Myrta Fatima,  quien hace ya un año tuvo un encuentro fortuito con el científico que se convertiría en su compañero de  trabajo para llevar a cabo una idea nunca antes pensada:  enseñar astronomía a través de la danza.
Lo anterior se concretó el pasado sábado en el evento “La Danza del Universo”, el cual se realizó en el Teatro Municipal de la ciudad y tuvo como protagonistas a las bailarinas de Myrta,  al grupo de baile que tiene a cargo en la Universidad de Antofagasta (UA) y al conjunto Pattahoirie de la escuelita San Francisco  de Chiu Chiu, quienes montaron un espectáculo que no dejó indiferente a nadie.
“Nos depedimos aquel día en el aeropuerto y a los dos meses me llegó una propuesta de trabajo. Le había entregado mi tarjeta de presentación, y  de inmediato ingresó a mi página web. Allí supo sobre mi trayectoria, que soy profesora de literatura y además de danza,  por lo que se interesó en lo que hago. Él estaba buscando a alguien para realizar su proyecto y esa persona era yo. Dios nos junto para hacer esto, tenía que ser así”, comenta Fatima.
Idea
Desde ese momento comenzaron a trabajar juntos. Ella entregaría sus conocimientos de danza y él las propuestas científicas para transmitir un mensaje claro: enseñar a través del arte. “Queríamos difundir la ciencia en los estudiantes, para que se interesaran en los cosmos, en el origen del Universo y me pareció perfecto hacerlo desde la danza. Le propuse a Carl  la fórmula del barroco español: enseñar deleitando , y así lo hicimos”.
La profesora cuenta que fue un trabajo arduo. pero gratificante. “Él (Carl) es un tipo super inteligente  y cada vez nos exigía más. Teníamos que hacer cosas nuevas, por ejemplo, interpretar la formación de las estrellas. Él me daba la información y yo debía llevarlo al baile, tenía que imaginármelo y armar una coreografía para luego enseñarsela a las bailarinas. Ahí utilizabamos los distintos elementos como los velos, los sables, el ula y las alas.
Además, agrega que el científico venía constantemente para ver el trabajo realizado en el país. “Me decía ‘yo estoy tal fecha en Antofagasta’ y tenía que tener las chicas preparadas”. Es por esto que la profesional del baile debió tomar un curso de astronomía en la Universidad de Antofagasta (UA) para complementar mejor el trabajo puesto en escena.”Tuve que adquirir los conocimientos para guiar a mis alumnas. Debíamos saber cómo desplazarnos porque todo esto tiene un orden en base a conocimientos científicos, no es un invento, es un trabajo duro para poder explicar las teorías del Universo a través de la danza”.
Bailes Ancestrales 
En total fueron cerca de 40 bailarines que montaron el espectáculo “La Danza del Universo”, entre los cuales se encontraban un grupo de niños pertenecientes a la localidad de Chiu Chiu, ubicada a 30 kilómetros al este de de Calama. Hasta ese lugar llegó Carl Pennypacker, quien es un distinguido científico de la Universidad de Berkeley,  de California, Estados Unidos. En uno de sus viajes al norte del país, se encontró con aquella zona para realizar una clase de su área preferida: las estrellas y la teoría del Bing Bang, ante la cual los estudiantes quedaron sosprendidos, y aprovecharon de mostrarle un baile en el cual interpretaban las ideas ancestrales de lo que creían ellos que era el origen del Universo.
La propuesta le encantó a Pennypacker, quien no dudó en incluirlos en su proyecto junto a Myrta. Sin embargo, otra suerte del destino los volvió a unir. La directora de aquel establecimiento había sido compañera de Fatima en diversos seminarios de danza árabe, por lo cual ya se conocían y la idea tomó más vuelo.
La preparación comenzó y luego de meses lograron concretar las coreografías; la música fue creada en gran parte por Carl y todo estaba listo para el día de la presentación oficial.“Los asistentes quedaron maravillados, a pesar de ser un fin de semana largo llegaron igual a ver el show y eso me deja muy contenta porque en sí, este trabajo es como un  hijo que tuvimos con Carl, tanto para él  como para mi ballet, es un nacimiento de algo increíble nunca antes hecho”.
Myrta comenta que al principio pensó que esta podría ser una idea loca.”Trabajar con un científico tan importante en todo el mundo en el ámbito de ciencia  fue increíble e impensado. Nosotras desde nuestra querida Antofagasta, intentamos aportar al máximo en algo que será beneficioso para muchos, sobre todo en el área educacional”.
Proyecciones
La realización del proyecto que tomó más de un año y que dejó contentos a sus organizadores no pretende quedarse en una sola función. Es por esto que tanto Myrta como Carl tienen por meta postular a un proyecto Fondart para obtener recursos e incluir  más áreas de la ciencia en lo que es la enseñanza a través del baile, tales como la matemática y la física. “La propuesta es pedir los recursos necesarios a las diversas instituciones para hacer de esto un proyecto nacional como también regional. Sería ideal llevarlo a Tocopilla, Tal Tal, Mejillones y  Calama, pero para esto necesitamos dinero que nos ayude a trasladar a nuestros bailarines y montar el show”, manifesta la profesora.
Nobel
Carl Pennypacker, estuvo el pasado sábado en la ciudad para realizar una visita extraordinaria a lo que sería el producto final de su trabajo colaborativo con Myrta. En una entrevista realizada en las dependencias de este diario, comentó que “esto es algo que por primera vez se hace en el mundo. Es un show fantástico, la música es inédita, las coreografías y el baile. Hay mezclas de culturas nativas  con ‘bellydancers’, es un gran trabajo”, comentó.
El evento que fue grabado será difundido a través de un video para que de esta manera se pueda enseñar a través de la danza la astronomía, y su vez acercar a la juventud a estas materias.“Pretendemos demostrar  que con el espectáculo se pueden transmitir diversos conocimientos. La gente tiene que aprender de una manera diferente y que mejor que con el arte”, comenta Myrta.

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